“Neuronas en la máquina”, representación artística que cuestiona el trabajo en plataformas
Evaluar aplicaciones en línea, hacer clic en enlaces, clasificar palabras clave, asociar un texto con una imagen, o gestionar chats-bots, son algunas tareas que pensaríamos son realizadas por programas informáticos, pero no, son ejecutadas por trabajadores del clic o clickworkers. “Neuronas en la máquina” es una representación artística colombo-alemana que cuestiona la realidad de esta actividad laboral.
Este proyecto es una colaboración de los estudiantes María
Paula Londoño, de la Facultad de Diseño Gráfico de la Universidad Nacional de
Colombia (UNAL), Juan Felipe Fernández, del programa de Música de la
Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD), y Maurice Wald, alumno de la
Universidad de Artes de Berlín (UDK).
Su propuesta es una crítica a las grandes plataformas de
“trabajo colectivo” (redes sociales, televisión, internet y servicios on line)
que contratan a las personas para que realicen una tarea repetitiva y simple
ante un computador, actividad que no está bien paga y es dispendiosa de llevar
a cabo.
“El proyecto se basa en paralelismos entre la cibernética y
el trabajo digital y se involucra con la materialidad de un proceso en el que
el asunto aparentemente no importa”, señalan sus autores.
El estudiante Wald agrega que “esta exposición se basa en
los paralelismos entre la comprensión de lo digital en la cibernética y el
trabajo digital, y se involucra con la materialidad de un sistema en el que
aparentemente la materia no importa y las tareas repetitivas de la máquina se
subcontratan a humanos”.
Así mismo, cuando los fundadores de estas plataformas se
dieron cuenta de que muchas tareas y subtareas automatizables y
semiautomizables se podían ejecutar de manera más eficiente, con mayor precisión
o a costos más bajos por humanos en vez de máquinas a través de subcontratación
global digital, empieza a tomar auge el mercado de los clickworkers o taskers.
Son servicios como la creación de base de datos para el
entrenamiento de los sistemas de inteligencia artificial, la moderación de
contenido para las redes sociales y otros servicios basados en la tecnología
que en realidad se fundamentan en el trabajo humano extractivista, explotador y
con consecuencias psicológicas.
El estudiante Fernández explica que “en el transcurso de una
presentación de transmisión en vivo de la instalación de tres días en Rundgang
2022, festival de artes realizado en Berlín por la Universidad de Artes UDK, se
exhibió y capturó una transmisión en vivo de contracción de trabajo clickworking de
24 horas”.
“Allí, tanto la entrada de información como los movimientos
y desviaciones de los trabajadores se tradujeron en la animación de un avatar,
cuyo algoritmo de captura no era capaz de captar el comportamiento humano
detrás del trabajo digital, además de la entrada de información que resulta en
la sutil presencia de fallas de una ambivalencia entre lo digital y lo
analógico”.
Neuronas en la máquina
La estudiante Londoño señala que la instalación artística
consiste en una caja negra metálica rectangular de
2,10 m x 65 cm x 1,1 m (caja de servidor
o rack) con una proyección de un robot en el frente de la caja, el
cual es controlado mediante la aplicación VMagic Mirror (espejo mágico), que se
utiliza para mover el avatar sin ningún dispositivo especial, sino mediante el
movimiento de las manos y la cabeza que realiza la persona que lo controla, y
el avatar los replica.
Dentro de la caja se realiza una trasmisión de video en vivo
a través de la plataforma twitch.tv, que permite observar el avatar en
movimiento.
Además cuenta con una red de luces led sincronizadas con el
robot por medio de unas placas programables que permiten que el robot realice
las tareas asignadas y sea posible evaluar su ejecución cuando se encienda
alguna luz.
Las luces tienen tres colores diferentes: la verde
representa una tarea aprobada, la roja una tarea denegada/controlada, y la
naranja una nueva tarea que ingresó al sistema.
“Por ejemplo, cuando se recibe un mensaje que se debe
clasificar, la luz que se enciende es naranja y puede hacerlo entre 100 y 500
veces por hora; cuando un mensaje es aprobado según los parámetros vigentes, la
luz que se prende es verde, y si un mensaje es moderado o denegado porque no
cumple con los parámetros vigentes, la luz es roja”, afirma la estudiante
Londoño.
Además, dentro de la caja hay un computador reproduciendo un
audio con un paisaje sonoro que representa un espacio de trabajo abrumador,
ocupado y estresante que representa la sensación de trabajar en este tipo de
ambientes.
Finalmente, en la exposición, se contó con una persona que
está dentro de la caja simulando trabajar.
La muestra artística se exhibió el pasado 9 de septiembre en
Austria, durante el Festival Ars Electrónica 2022, que cuenta con más de 15
espacios de exhibición en las categorías de arte, ciencia y tecnología de
nuevos medios.
En esta ocasión participaron 953 personas entre artistas,
investigadores y activistas de 76 países (Alemania, Rusia, China y Estados
Unidos, entre otros).
“Consideramos que esta colaboración colombo-alemana muestra
las ideas artísticas que pueden surgir en nuestro país como una protesta
pacífica frente al auge del clickworker y sus implicaciones
laborales y psicológicas en todo el mundo”, concluyen los estudiantes.
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