Primer inventario de la lengua u´wa en Norte de Santander
Este inventario se compone de 13 consonantes –entre las que se destacan p, k y t–, algunos sonidos que funcionan como intensificadores de la lengua, y las 5 vocales del español. Se trata del primer reporte de sonidos de esta variedad de lengua indígena realizado para la comunidad de Anteta, en el municipio de Chitagá (Norte de Santander).
U´wa en la lengua indígena traduce “gente inteligente que
sabe hablar”, y en Colombia es un pueblo ubicado desde la Sierra Nevada del
Cocuy pasando por las sabanas de Arauca y Casanare, hasta Norte de Santander.
Aunque la variedad hablada en Boyacá se ha estudiado
ampliamente, no ocurre lo mismo con las personas de dicha comunidad que habitan
en Norte de Santander. Dentro de la descripción fonológica (sonidos) realizada
por Diana Patricia Gómez Vargas, magíster en Lingüística de la Universidad
Nacional de Colombia (UNAL), se encuentra que esta lengua tiene 13 sonidos para
las consonantes y 5 para las vocales, un hecho que permite entender cómo
funciona, cuáles son sus reglas y usos.
La magíster propone un inventario de fonemas, es decir un
conjunto de sonidos básicos (fonemas) que componen el sistema fonológico de una
lengua, y aunque estos no tengan significado en sí mismos, al combinarse forman
palabras que sí lo tienen.
Para explicar cómo funciona el sistema en la lengua u´wa, la
investigadora señala que, “por ejemplo, en el castellano existen consonantes
que generan oposición en los sonidos oclusivos –los que se producen al obstruir
el paso de la cavidad bucal y luego liberarlo–, lo que genera un cambio en el
significado de las palabras”.
“En español, la py la bson similares en su articulación,
pero la diferencia radica en la sonoridad que surge de las cuerdas vocales.
Esto no pasa en la lengua u´wa, la única oposición encontrada se da en las
consonantes t y d,en las cuales la elección de una o la otra puede cambiar el
significado de una palabra”, explica.
Un ejemplo de esta oposición son las palabras aba (sangre), ata (mano)
y aka (piedra), en la que la elección de un sonido frente a
otro genera significados diferentes.
En la investigación se identificaron sonidos que podrían
funcionar como intensificadores. “Aunque esto es una hipótesis, por ejemplo,
entre los hablantes hay una palabra que es wiparo o wibaro,que
significa mucho, pero algunos la dicen como wiparro o wibarro,
que se traduciría muchísimo”.
En la investigación también se identificaron algunas
diferencias entre las variaciones de la lengua de la comunidad u´wa de
diferentes partes, relacionadas especialmente con los cambios en los sonidos de
las consonantes d, ly r. Por ejemplo, en Anteta utilizan la d, en Cascajal la
l, y en Segovia la r; así la palabra sal se pronuncia dawa, lawa y rawa,respectivamente.
Aunque la magíster no logró identificar las razones
específicas de estas variaciones, la migración y el contacto con la población
de las urbes juegan un papel fundamental en estos cambios que se permean en las
diferentes generaciones.
Descripción fonológica
Para lograr el inventario, la lingüista realizó
transcripciones in situ de 100 entradas léxicas que
decían tres hablantes de la comunidad de Anteta; después, con el apoyo
del software Praat, ampliamente usado en lingüística, empezó a
generar un inventario de los sonidos que se encuentren.
Dichos sonidos se clasifican en oclusivos, nasales y explicativos,
según los puntos y modos de articulación. “Luego se identifican pares mínimos,
que son pares de palabras que permiten identificar oposiciones en la lengua,
cuando se identifican varios. En este caso identificamos el par mínimo b y d,
en el que hay una oposición en la articulación, por ejemplo la palabra dua significa
carne, pero usando la b significa águila”.
“Con estos hallazgos queremos contribuir a los procesos
educativos de los u´wa en la comunidad para que su lengua perdure en el tiempo
y podamos conocer cómo funciona para preservarla”, concluye la magíster.
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