Memento morí, primera novela gráfica publicada por la UNAL, llegará a la FilBo 2025

 La obra policíaca en formato cómic ilustra la vida de miles de hombres, mujeres y niños enterrados sin nombre ni historia en el Cementerio de Pobres de Bogotá, entre 1850 y 1950. El libro nace de una investigación sobre restos exhumados en esa antigua necrópolis, cuyos resultados permitieron reconstruir una memoria social silenciada. El lanzamiento de la novela Memento mori: Intercambios entre la vida y la muerte se dará en el marco de la Feria Internacional del Libro de Bogotá 2025.

Se trata de una obra interdisciplinar que a lo largo de sus 188 páginas combina disciplinas como la Antropología, la Bioarqueología, la Historia, la Literatura y el Diseño Gráfico. En ella se retoma el trabajo iniciado en 2015 por el Laboratorio de Antropología Física de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) en el Globo B del Cementerio Central de Bogotá (antiguo Cementerio de Pobres y actual Centro de Memoria, Paz y Reconciliación), una investigación que incluyó la lectura de restos óseos de más de 7.000 individuos.

La Bioarqueología –también conocida como Osteoarqueología– es una disciplina que estudia restos biológicos humanos y sus contextos arqueológicos para reconstruir las condiciones de vida de poblaciones pasadas, y que en este trabajo fue desarrollada por un equipo multidisciplinario de más de 30 investigadores de la UNAL.

Los resultados muestran los diferentes procesos sociales atravesados por la Bogotá del silgo XX, entre ellos la migración hacia la capital a causa de la violencia, lo que aumentó la población y sus barrios; la mortalidad infantil asociada con precariedad e insalubridad; la proliferación de epidemias, y más detalles sobre las condiciones de trabajo y las características de la población de ese pasado común poco explorado.

“La Bioarqueología fue el insumo principal para desarrollar esta apuesta narrativa, de tal forma que los huesos, las suelas de los zapatos, la ropa, las medallas y todos los ajuares funerarios permitieron documentar las historias de miles de personas que durante este periodo fueron vulneradas y silenciadas en el contexto capitalino”, señala la guionista Sthepany Méndez Perico.

“En la Antropología Biológica tratamos de identificar el sexo, la edad, la estatura y las características faciales de cada individuo. Sin embargo, aquí teníamos individuos únicos e individuos mezclados, por lo que el trabajo consistió en hacer un inventario de piezas óseas y compararlo con lo que nos dice la historia para poder determinar los hechos sociales que enmarcaron la vida de estas personas”, señala Claudia Mercedes Rojas Sepúlveda, antropóloga y profesora asociada de la UNAL.

Analizando los restos óseos junto con archivos, resoluciones e incluso libros necrológicos, el equipo de la UNAL reconoció dinámicas sociales, como por ejemplo que más mujeres morían entre los 15 y 25 años, situación atribuida a problemas de embarazo, parto y puerperio (posparto); además evidenciaron la importante mortalidad infantil, cruzando los registros históricos de fallecimientos 

de menores con la cantidad de muestras óseas de los hallazgos arqueológicos. Tales hechos acompañan la narrativa del cómic documental, coeditado por la UNAL y el Museo Nacional de Colombia.

“En el aspecto social, el libro abre una ventana hacia realidades históricamente invisibilizadas, permitiendo una reflexión crítica sobre los procesos de exclusión, los legados de la desigualdad y la necesidad urgente de una memoria más plural e incluyente”, añade el profesor Iván Benavides, líder gráfico de la obra.

Técnicas para desarrollar la novela

Para crear Memento mori, el equipo gráfico optó por un enfoque completamente digital, de modo que procesos como los borradores, el entintado, el flattering (aplicación de color sólido) y los efectos especiales fueron elaborados digitalmente, lo que permitió un producto final más limpio.

“El equipo se comprometió a representar los espacios de investigación y excavación con la mayor precisión posible, utilizando imágenes de archivo y un esfuerzo colaborativo para garantizar la veracidad de los escenarios”, subrayó el docente.

Con un banco de más de 3.000 imágenes que permitieron visibilizar cada uno de los escenarios representados en la obra (calles de Bogotá, cementerios, juntas de acción comunal), el docente Benavides y su equipo superaron uno de los mayores desafíos del proyecto: reconocer estos lugares desde sus casas, pues la pandemia los obligó a trabajar a distancia. Estas imágenes fueron fundamentales para que desde Pasto el autor del cómic pudiera reconstruir fielmente los lugares de la historia.

La llegada de Memento mori aspira a ser una muestra de cómo habitar la memoria histórica como acto de reparación simbólica y homenaje a las personas inhumadas en el cementerio más grande de la ciudad, olvidados con el tiempo, con pocos registros y removidos luego con la entrada del nuevo milenio. Esta obra se presentará el próximo 28 de abril en el estand de la UNAL en la FilBo 2025.




 



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