En la UNAL estuvo La Chorale Popayán, un coro francés que canta las luchas de América Latina
Como parte del programa “Arte por la Constituyente Universitaria”, el Auditorio León de Greiff de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) recibió por primera vez al legendario coro La Chorale Popayán, agrupación francesa que brindó un concierto sonoro y gestual que invita a la inclusión y la fraternidad entre pueblos.
La Chorale Popayán, fundando en 1998 por la
colombiana Nurt Astrid Villani en el corazón de París, actualmente es dirigido
por el cantante profesional venezolano Hernán Alcalá. El coro está compuesto
por 35 integrantes de diversas nacionalidades, y aunque predominan los
franceses conserva su esencia al mantener viva la música tradicional de América
Latina.
En la noche de este 30 de octubre, en un acto que conjuga la
fuerza de la música, el compromiso social y la inclusión, el coro ofreció un
concierto que fue mucho más que un repertorio de canciones. Bajo el título
“Pazeando entre pueblos: cantos de vida, lucha y dignidad”, un juego de
palabras que evoca explícitamente la paz, este evento fue un homenaje al poder
del arte para alimentar las luchas cotidianas de las comunidades. Se trata de
una invitación a sentir la belleza y la resiliencia de los cantos populares
latinoamericanos en un momento histórico en el que la unión, la dignidad y la
solidaridad entre los pueblos se hacen más esenciales que nunca.
Un puente musical de inclusión y solidaridad
La historia de La Chorale Popayán es en sí misma un
testimonio de conexión cultural, y su filosofía no es solo la ejecución
musical. Su esencia radica en “crear vínculos con la gente, conocer e
intercambiar con las personas”. Por ello, integrando a dos invitados
especiales, el concierto se transformó en un escenario de inclusión y diálogo
social.
La primera colaboración fue con Manos Blancas, un grupo de
niños y jóvenes con discapacidad auditiva, quienes con Lengua de Señas
Colombiana logran interpretar las canciones. “Dos de las chicas que cantan en
el coro hablan la lengua de signos francesa. Una de ellas trabajó durante 15
años en un teatro en París dedicado a actores sordos”, relata el director
Alcalá. Esta participación de Manos Blancas permite compartir un espacio de
expresión y visibilizar luchas cotidianas, como el difícil acceso a los derechos
que enfrentan las personas con discapacidad.
Por otro lado, el concierto contó con la participación del
reconocido músico y activista colombiano César López. El vínculo se
forjó en París, cuando ambos artistas fueron invitados a compartir escenario en
un evento de la Comisión de la Verdad en la Alcaldía de París.
El concierto fue un viaje musical por la historia
multicultural y de resistencia del continente. El repertorio incluyó piezas
inevitables como La plegaria de un labrador, de Víctor Jara;
también se interpretó Canción con todos, un himno a la unidad
latinoamericana, junto a canciones bolivianas, argentinas, de Piero y obras
colombianas. Es una muestra musical que abarca la vasta geografía y la
diversidad de luchas de la región.
En palabras del director, “realizar este concierto en el
Auditorio León de Greiff de la UNAL tiene un profundo significado para el coro.
Nosotros estamos honradísimos porque tenemos conocimiento del rol que juega la
Universidad Nacional en el debate de ideas, en el intercambio y la transmisión
de saberes, y también en la lucha por la igualdad y la justicia”. El contexto
nacional y el histórico papel de la Universidad en la construcción de país
convierten al escenario en el lugar ideal para un mensaje de paz y unión.
El concierto fue un acto de reciprocidad cultural, un puente tendido entre continentes a través de las voces y las manos.
Fue celebrar que en un mundo fracturado el arte sigue siendo un territorio común donde la belleza, la memoria y la esperanza se entrelazan para recordarnos el poder transformador de la solidaridad.










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